Series con Historia III: John Adams

Continuamos con nuestra selección de las mejores series históricas de la ultima década, tras Los Tudor llega John Adams la fascinante y desconocida historia del segundo presidente de los Estados Unidos.

3. JOHN ADAMS


John Adams es el título de una miniserie televisiva de 7 episodios de la HBO (de nuevo la HBO situándose definitivamente como referente imprescindible en cuanto a series de temática histórica) que situada entre los años 1770 y 1825, narra un periodo clave en la historia no solo Norteamericana sino universal, el nacimiento de los Estados Unidos y sus 50 primeros y azarosos años de vida. Todo ello contado a través de las vivencias de uno de sus padres fundadores, John Adams que pese a ser el primer vicepresidente y segundo presidente de la democracia más antigua del mundo, así como uno de los redactores de la constitución y de la declaración de independencia es un personaje prácticamente desconocido fuera de las fronteras Estadounidenses.

Quizá sea precisamente esa falta de notoriedad del protagonista uno de los puntos fuertes de la propuesta y acrecienta el efecto buscado (además del objetivo de vindicación o reconocimiento del personaje histórico) de mostrarnos desde un punto de vista diferente, original y casi podría decirse tangencial, la revolución norteamericana.
La serie dirigida por Tom Hopper (hombre con experiencia en temática histórica) parte,como ya acostumbra la HBO, de un material de primer nivel, en este caso la novela homónima de David McCullough (premio Pulitzer en 2002 y una de las biografías más vendidas de todos los tiempos).
La serie esta acompañada de un presupuesto también HBO (100 millones de dólares) y cuenta en la producción con un colaborador habitual de la cadena norteamericana, la productora Playtone de Tom Hanks. Hanks (curiosamente descendiente directo de Nancy Hanks, la madre del expresidente norteamericano Abraham Lincoln) parece haberse propuesto convertirse en el cronista oficial televisivo de la historia de su país puesto que, tras el reciente estreno de “The Pacific” y junto con la exitosa “Band of Brothers” y esta que nos ocupa, ya son tres las colaboraciones del actor con la HBO en series que narran episodios históricos de su país.


La producción tras su estreno, termino cosechando enormes éxitos de crítica y público en Estados Unidos, consiguiendo 4 Globos de Oro, incluyendo miniserie de TV, actor miniserie (Giamatti), actriz (Linney) y 13 premios Emmy de los 23 a los que estaba nominada. Además, la Asociación de Críticos de la Televisión de Estados Unidos le otorgo el galardón a la mejor miniserie.

Podríamos ahora hablar del esmerado trabajo de producción, una puesta en escena y una ambientación que nos sumerge, con el realismo a los que la cadena nos tiene acostumbrados (se construyeron replicas de ciudades como Boston o Filadelfia), en la vida diaria de las trece colonias y que, aunque rodada con un tono intimo e incluso yo diría premeditadamente teatral, no duda en abrir plano, tirar de efectos especiales y mostrarnos, por ejemplo, con pasmosa verosimilitud una casa blanca en construcción en un Washington que lucha por surgir en medio de un pantano o un George Washington mostrándose en el balcón tras su proclamación como primer presidente de los Estados Unidos.


Podríamos a continuación referirnos a un guion sólidamente construido con profusión de diálogos y reflexiones filosófico-políticas pero que aun así discurre con emoción inventándonos mostrar la realidad oculta tras el cuadro, la pose, el discurso grandilocuente y el monumento de fría piedra. Intrigas y movimientos políticos que harán las delicias de los amantes de El Ala Oeste de la Casa Blanca envueltos en escenas de familia y peripecias vitales que atraparan a los fans de Roma o Los Tudor, todo con una ajustada cadencia y envuelto en una magnifica banda sonora de la que destacaría la épica composición que acompaña los títulos de crédito iniciales.

Podríamos también señalar a unos actores en estado de gracia, unos actores capaces de dotar de vida a unos personajes icónicos, humanizarlos y mostrarlos con sus grandezas y miserias, con sus amores y sus odios con su anhelos y sus pequeñas mezquindades acercándolos al público, acrecentando el tono melodramático de la historia en una formula de éxito que ya demostró su eficacia en otras series históricas de la HBO como Roma en la que personajes tan legendarios como Cesar o Marco Antonio son despojados de su aureola mítica y mostrados en su cruda humanidad. El principal ejemplo de ello sería la manera en la que el propio protagonista de la historia, John Adams, se nos muestra a través del increíble (y reconocido) trabajo del oscarizado y siempre genial Paul Giamatti, el padre fundador se nos presenta como un hombre inteligente y audaz dentro de su pragmatismo, pero también como una persona acomplejada y con el temor (fundamentado) de que su figura quede eclipsada bajo la sombra de otros personajes más carismáticos como George Washington, Benjamín Franklin (interpretado por un estupendo Tom Wilkinson) o por Thomas Jefferson, personaje este, con quien Adams mantendrá a lo largo de los años un enfrentamiento ideológico y político y una rivalidad filosófica y vital que terminara forjando no solo una sólida amistad sino el destino de una nación.
En cuanto a la plasmación del drama humano y familiar, este gravita alrededor de la figura de Abigail Adams (interpretada con magistral sobriedad por la carismática actriz Laura Linney) amantísima esposa del estadista, mujer decidida, inteligente y sensata, verdadero poder (de quien por condición no puede ejercerlo abiertamente) tras el poder que templa la tendencia a la prepotencia y a la sobreactuación de su marido y dulcifica el huraño y en ocasiones intransigente carácter del prohombre. Es también el pilar sobre el que descansan la familia abandonada en muchas ocasiones por un hombre de carácter difícil y distante y absorbido por el deber y la “causa”.


Podríamos hablar de todo esto y aun no le haríamos justicia a otra serie imprescindible para los amantes del buen cine y de las buenas “historias”.

Próxima entrega: Deadwood, el lejano Oeste histórico y desmitificado.